Grandes arias de tenor
Así se titula el tercer disco del ya divo tenor peruano Juan Diego Flórez. La sinfónica de Milán le acompaña con algunas de las piezas que lleva actualmente en concierto como Jai perdu mon Euridice de Gluck y algunas otras que quizá incorpore pronto. Escuchar a Juan Diego Flórez es un placer, tanto por la cuidada línea de canto como por la brillantez con la que resuelve los temibles agudos. Hay páginas casi desconocidas con las que disfrutar como Loin de son amie vivre sans plaisirs de La Juive, que tanto recuerda a una rondalla, o Come soave questora de Lucrezia Borgia y algunas más conocidas como la de Gianni Schicchi o La donna è mobile.
En una entrevista de "El Cultural" afirma que se encuentra en el mejor momento de su impresionante carrera, que se la debe a él mismo, con su talento natural fuera de serie. Nacido en Lima, Perú, inició sus estudios de canto en su cuidad natal y posteriormente en el Istituto Curtis de Philadelphia. En 1996 debutó en Pesaro con la ópera "Matilde" de Rossini donde inmediatamente recibió críticas exultantes sobre la expresividad de su voz y su sorprendente agilidad. Desde su inicio en Italia, no ha dejado de cantar en los grandes teatros del mundo como el Metropolitan de Nueva York, el Covent Garden de Londres o el Staatsoper de Viena.
Próximamente, en el Teatro Real de Madrid, en concreto en enero, le tendremos acutando en una de sus óperas favoritas:"Il barbiere di Seviglia", de la que os hemos adjuntado la crítica de su disco, por si queréis informaros antes. De todas maneras, es una voz prodigiosa, muchas veces comparada a la del famosísimo Pavarotti.
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